miércoles, 3 de noviembre de 2010

Anexo 1: Compresión de Audio

La compresión de audio consiste en manipular el rango dinámico de una señal de audio con objeto de volverla más uniforme.

¿Para qué comprimir?

Básicamente para poder restar volumen a las partes del sonido más fuertes (fortes) con objeto de disminuir el contraste con sus partes débiles (pianos). Esto nos permite aumentar el volumen general de la señal de audio sin riesgo a saturar en sus partes más fuertes.

¿En qué momentos se usa?

Es deseable en aquellos instrumentos que necesitan un ataque de forma regular y que en ocasiones el ejecutante no lo realiza como por ejemplo el bombo o la tarola en una batería. Inclusive puede ser el caso de cantantes que no dan todas sus notas con la misma intensidad.

En un compresor de audio se manipulan principalmente en cinco parámetros:

1. ¿A partir de que valor de amplitud vamos a comprimir?
2. ¿Qué tanto se va a comprimir?
3. ¿Qué tiempo debe ocurrir antes de que empiece a comprimir?
4. ¿Qué tiempo debe transcurrir para que deje de Comprimir?
5. ¿Qué valor se requiere en la amplitud final?

Contestaremos una a una las preguntas, la primera:

¿A partir de que valor de amplitud vamos a comprimir?
Es necesario establecer un valor de referencia a partir del cual el compresor va a comenzar a funcionar, este valor se conoce como “umbral” THRESHOLD y está dado en decibeles. A partir del valor que se establezca como Threshold es a partir de donde el sistema va a comprimir la amplitud de la señal, es decir valores arriba del THRESHOLD serán comprimidos y los valores por debajo quedarán intactos.

¿Qué tanto se va a comprimir?

El parámetro que establece el la relación de compresión se le llama RATIO y funciona de forma escalar, por ejemplo, si tenemos un valor pre-compresión de 10 dB y nuestro RATIO es 2:1, el valor pos-compresión será de 5 dB. Ver gráfica abajo.

¿Qué tiempo debe ocurrir antes de que empiece a comprimir?

Ningún sistema físico comienza a operar de forma instantánea, siempre transcurre un tiempo antes de que el sistema arranque. En el caso de un compresor el tiempo de arranque o ataque es mínimo y se mide en milisegundos, lo cual lo vuelve insignificante en términos humanos pero se vuelve significativo si consideramos que el sonido contiene frecuencias que si suceden en ese rango de tiempo. Por lo general el tiempo de arranque se le conoce como ATTACK TIME y tiene un rango de 10 ms a 50 ms.

¿Qué tiempo debe transcurrir para que deje de Comprimir?

Así como tiene que transcurrir un tiempo antes de que el sistema opere, también hay un tiempo necesario desde que el sistema deja de funcionar hasta que queda en reposo absoluto, este tiempo se le llama RELEASE TIME y al igual que el ATTACK se mide en ms, su rango normalmente es de 20 ms a 100ms aunque algunos sistemas tienen opción de dejar éste valor en automático para hacerlo menos susceptible de errores.


¿Qué valor se requiere en la amplitud final?

Es común que una señal después de comprimida tenga un nivel de atenuación tal que resulte difícil de escuchar, para ello se incorpora al sistema de compresión una ganancia de compensación que amplifica la señal una vez atenuada. Este valor se da también en dB y es recomendable ir compensando de 3 dB en 3 dB para poder escuchar una diferencia sin riesgo a amplificar demasiado.

Por lo general los programas de software que incorporan un sistema de compresión se explican a través de una gráfica similar a esta:


La gráfica explica que con una relación de compresión RATIO 1:1, la señal de entrada (Input level) es idéntica a la señal de salida (Output level) mientras que a medida que el RATIO va variando 2:1 o 4:1 la señal de salida decrece con respecto a la señal de entrada.

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